El orgullo de la mujer es amigo íntimo del prejuicio sobre todo.
El malestar general del ente, depende preferentemente de lo que le pase a ella por la mente.
Básicamente la felicidad depende de ella, la cuestión tiene cabida en la consecución de semillas sin sembrar, en el agarre de la ventura y no dejarla escapar.
El dos en uno, y el uno en dos.
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